Cómo abonar y fertilizar Árboles Frutales para se carguen de Frutos

Si quieres hablar de este tema, lo mejor es definir rápidamente los términos que vamos a utilizar.

Abonar: Echarle a la tierra sustancias que mejoren las condiciones de la misma para procurarle a las plantas una mejor alimentación.

Enmendar: Cambiar para mejorarlo, la textura o textura del terreno. Entonces enmendamos la arcilla con arena y materia orgánica para hacerla más permeable, o enmendamos el suelo ácido con cal para reducir su acidez…

Fertilizar: Reponer las sustancias que las plantas van gastando o las lluvias y el agua de riego van arrastrando y llevándose a donde las raíces no las alcanzan. Hay que hacerlo temporada tras temporada.

Abono compuesto: Consta de tres nutrientes esenciales para todas las plantas: nitrógeno, fósforo y potasio.
Estos fertilizantes están hechos con tres proporciones diferentes de los elementos, por lo que cada fertilizante puede seleccionarse de acuerdo con las necesidades de la planta.

Compost: materia orgánica que se utiliza como abono, conseguida de la descomposición de restos vegetales.

Estiércol seco: materia orgánica a base de excrementos de animales tratados y desecados. PPuede provenir de aves (excrementos de gallina, guano) o de mamíferos (vacas, caballos). Está desparasitado y desinfectado, de aspecto suave y suelto, y no desprende ningún olor.

Se les llama abreviadamente «N,P,K» y la cantidad de cada elemento viene especificada en el envase con tres números en el mismo orden que las letras: el primero corresponde al Nitrogeno, etc.
Los hay de liberación rápida y lenta.
Pueden ser granulados, en polvo o líquidos.

debemos dejar claro que cuando decidimos sembrar un árbol frutal, para querer que luzca sano, hermoso y que dé buenos frutos, debemos:

  • Es importante mirar si el terreno necesita enmienda (observar el tipo de suelo) y aplicársela si conviene.
  • Aplicar un abono de fondo cuando hacemos el hoyo para la plantación. Este abono suele consistir en una buena cantidad de materia orgánica junto con un NPK.
  • Fertilizar temporada tras temporada. Esta fertilización se realiza teniendo en cuenta las características y necesidades específicas de cada planta.

Repaso de los nutrientes esenciales para las plantas:

Como ya hemos dicho, los árboles frutales y otras plantas necesitan nitrógeno, fósforo y potasio. pero también aunque en menor cantidad: calcio, hierro, magnesio, azufre, boro, zinc…La falta de uno de ellos, origina carencias que pueden llevar a enfermar e incluso morir al árbol.

Cada uno de los elementos incide de forma específica en algún aspecto determinado de la salud o del vigor de la planta.
  • El nitrógeno: favorece el desarrollo de las partes verdes de las plantas. Si hay carencia, las hojas amarillean y la calidad de la fruta disminuye. Esto es importante para los árboles jóvenes, pero demasiado tampoco es bueno, ya que la brotación excesiva puede debilitar el árbol, al albur de plagas y enfermedades. Se aplica fraccionado porque la planta lo necesita en todo momento.
  • El fósforo: influye en las raíces y en los tallos, en el proceso de reproducción y en el desarrollo de las yemas fructíferas así como en el vigor de los frutos. La carencia reduce la intensidad de la floración y el cuajado de los frutos.
  • El potasio: influye en el sabor, color y tamaño de los frutos y en la resistencia a enfermedades.
  • El hierro: la carencia produce una enfermedad llamada clorosis férrica que se reconoce porque en las hojas, el limbo se decolora mientras que los nervios permanecen verdes.

En general, los expertos opinan que lo que no debe faltar nunca es la materia orgánica pues enmienda y fertiliza al mismo tiempo y que los abonos minerales se utilicen como correctores de las deficiencias que vayan surgiendo.

Nosotros, con nuestros árboles, seguimos esta norma: utilizamos materia orgánica: estiércol seco y compost, corregimos la alcalinidad del suelo son sulfato amónico o nitrato amónico y quelatos  de hierro para los acidifolios y completamos con un NPK a principios de primavera.

                                       Sulfato amónico para terrenos alcalinos y plantas acidifolias.
Si el suelo fuera ácido y no alcalino, entonces el fertilizante que tendríamos que utilizar serían los nitratos de cal.
Elaborando un pequeño calendario con los tratamientos posibles (no imprescindibles) y las épocas apropiadas, nos quedaría así:

De mitad a finales de invierno

Sulfato de hierro o sulfato amónico para el césped.

Acolchado con compost o materia orgánica a todos los frutales.

NPK a albaricoqueros, almendros, aguacates , feijoas, manzanos, perales y avellanos.

Abono rico en potasio a los ciruelos, melocotoneros y si se ve necesario, a las higueras.

Abono orgánico o maduro para kiwi y cítricos.

Aparte de los frutales: turba para las plantas que les gusten los suelos ácidos, materia orgánica para los espárragos.

*Si se requiere aporte adicional de nitrógeno, además de NPK, aplicaremos nitrato de amonio o sulfato de amonio al final del invierno si el suelo es alcalino, y nitrato de calcio si el suelo es ácido.

A principios de primavera

NPK para los kiwis (se aplica una tercera parte de la cantidad anual; el resto en otras dos veces, cada 4 meses).
Sulfato amónico y abundante compost o materia orgánica a los membrilleros que no soportan la cal.

Sulfato amónico y un buen acolchado con materia orgánica a los ciruelos.

Abonos orgánicos compost para todos los árboles frutales.

Abono especial para cítricos, limón, mandarina y cítricos.

Compost abundante a los melocotoneros.

En otoño

Fertilizamos el jardín con materia orgánica o compost
Sulfato de hierro y abono compuesto de liberación lenta al césped.

Abonado de fondo en los hoyos de las plantas que pensemos plantar en invierno.

Cal, gallinaza, algas o sal a los espárragos.

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